Reciclaje de PET: un reto del presente
Nuestra vida cambió para mejor con la llegada de los envases de plástico. Los precios de los envases disminuyeron gracias a la durabilidad y se hicieron avances significativos en salud e higiene. Sin embargo, en el mundo de hoy, es imprescindible abordar sus residuos desde el punto de vista del reciclaje.
¿Qué es el plástico PET? ¿Cuáles son sus características?
El tereftalato de polietileno es un tipo de polímero que se utiliza principalmente en la fabricación de envases higiénicos, como las botellas y de fibras textiles de alta duración. Recibe muchos nombres, pero su abreviatura habitual es «PET«, que significa tereftalato de polietileno. Como otros polímeros, tiene una gran resistencia al desgaste, es una gran barrera para las moléculas y es relativamente fácil de reciclar, en comparación con otros materiales. Sin embargo, el impacto de los plásticos en el medio ambiente exige que tomemos medidas para aumentar el ritmo de su reciclaje.
¿Qué aplicaciones tiene el PET reciclado (rPET)?
A día de hoy existe un crecimiento constante en la producción de bandejas y láminas. Con una participación del 32%, este tipo de aplicaciones sigue siendo el principal destino del PET reciclado para envases. A continuación, las botellas de contacto alimentario, con el 29%. El resto del PET reciclado se utiliza en fibras (24%), flejes (8%) y en moldeo por inyección (1%), seguido de otras aplicaciones (2%).
Hacia una economía circular: el reto del presente
El impacto climático de una economía lineal de los materiales que tienen mucha producción es desastroso. El plástico PET puede y debe entrar en el ciclo cerrado de la economía circular y el rPET es el camino que nos ofrece la tecnología. Actualmente, esto permite reciclar una buena fracción de los polímeros y convertirlos en materia prima que luego se convierten en otro objeto.
Sin embargo, quedan algunos desafíos. Por ejemplo, para alcanzar la tasa de recolección del 90 % y los objetivos obligatorios de contenido reciclado, Europa requerirá una expansión en la capacidad de reciclaje de al menos un tercio para 2029. Además, se necesita más innovación, el apoyo de los responsables políticos de la UE; también, fuentes de datos más sólidas en todas las áreas de la cadena de valor del embalaje para garantizar que se logre y se mida el progreso hacia los objetivos.
Esto requerirá una mayor armonización e implementación de las mejores prácticas para la recolección, clasificación y diseño para el reciclaje para facilitar el uso de más rPET dentro de sus propios ciclos de aplicación. El aumento significativo en la recolección y el reciclaje de PET consolida un mensaje positivo en los mercados e incrementa la predisposición para desarrollar aún más la circularidad del plástico PET.
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